miércoles, 26 de agosto de 2020

Louis C.K.

 Sourcehttps://creativelyy.com/louis-ck/

Learning From Failure


The thing that you learn the most that will help you do things you can’t do yet is how to recover from failure. If you can recover from things not going well, then the worst that happens is this is going to be a total wreck but I know how to recover.

Interview – Charlie Rose – Louis CK 04/25/2016

The only way to learn that stuff is by failing; all this is learned by having bad times. You have to be willing to have a bad time. People that need to feel like a star and like they’re succeeding every time will not ever get better. But if you are willing to feel bad, do badly, have a stale, boring version of yourself out in front of everybody, you can find this stuff in the muck that’s very useful.

Interview – Louis CK Rolling Stone Cover 2013

 Writing Process For Louie


When it’s time to write, I have one computer that has no ability to get on the Internet. Because the ability to just move your finger less than a millimeter and be looking straight into someone’s pussy or at the new Porsche, or a whole movie – To Kill a Mockingbird, let’s just sit here and watch the whole thing! – it’s too much. So if you put a couple of moves between you and that, you’ve got a fighting chance. When I hit a stopping moment in what I’m writing, a moment of agitation – that itch always leads to a brand-new thing, to inspiration. But if you bail out and buy a product online, you’re robbing yourself. It’s terrible, so I sit there: “Fuck, fuck.” The worst thing happening to this generation is that they’re taking discomfort away from themselves.

Interview – Louis CK Rolling Stone Cover 2013

 Sadness


I don’t mind feeling sad. Sadness is a lucky thing to feel. I have the same amount of happy and sad as anybody else. I just don’t mind the sad part as much; it’s amazing to have those feelings. I’ve always felt that way. I think that looking at how random and punishing life can be, it’s a privilege. There’s so much to look at, there’s so much to observe, and there’s a lot of humor in it. I’ve had sad times, I’ve had some hard times, and I have a lot of things to be sad about, but I’m pretty happy right now.

Interview – Louis CK Rolling Stone Cover 2013

You Should Be Able To Make A Joke About Anything


I remember saying one time that saying a something is too terrible to joke about is like saying a disease is too terrible to try to cure it. I mean that’s what you do with awful things. You joke about them. That’s how you get through it. It’s how you survive life. So to say – that’s so terrible, I can’t joke about it – That is totally counterintuitive to me. It’s like if it’s that awful, you better start joking about it because that’s how human beings get through it.

Interview – Charlie Rose – Louis CK 04/25/2016

miércoles, 19 de agosto de 2020

VIII, poema de Alberto Caeiro

 VIII

Un mediodía de final de Primavera
tuve un sueño como una fotografía.
Vi a Jesucristo bajar a la tierra.
Vino por la falda de un monte
vuelto otra vez niño,
para correr y revolcarse por la hierba
y arrancar flores para tirarlas
y reír de forma que se le oyera a lo lejos.
Había huido del cielo.
Era demasiado nuestro como para fingir
la segunda persona de la Trinidad.
En el cielo era todo falso, todo en desacuerdo
con flores y árboles y piedras.
En el cielo tenía que estar siempre serio
y de vez en cuando volverse otra vez hombre
y subir a la cruz y estar siempre muriendo
con una corona rodeada de espinas
y los pies espetados por un clavo con cabeza,
y hasta con un trapo alrededor de la cintura
como los negros en las ilustraciones.
Ni siquiera le dejaban tener padre y madre
como a los otros niños.
Su padre era dos personas:
un viejo llamado José, que era carpintero
y que no era su padre;
y el otro padre era una paloma estúpida,
la única paloma fea del mundo
porque no era del mundo ni era paloma.
Y su madre no había amado antes de tenerlo.
No era mujer: era una maleta
en la que llegó del cielo,
¡Y querían que él, que nació sólo de madre
y nunca tuvo padre que amar con respeto,
predicase la bondad y la justicia!
Un día en que estaba Dios durmiendo
y el Espíritu Santo se entretenía en volar,
fue a la caja de los milagros y robó tres.
Con el primero hizo que nadie supiera que había huido.
Con el segundo se creó eternamente humano y niño.
Con el tercero creó un Cristo eternamente en la cruz
y lo dejó clavado en la cruz que hay en el cielo
y sirve de modelo a las demás.
Después huyó hacia el sol
y bajó por el primer rayo que atrapó.
Hoy vive en mi aldea conmigo.
Es un niño hermoso de risa y natural.
Se limpia la nariz con el brazo derecho,
chapotea en los charcos de agua,
coge las flores y le gustan y las olvida.
Tira piedras a los burros,
roba la fruta de los manzanos
y huye, llorando y gritando, de los perros.
Y, porque sabe que les gusta
y a todos hace gracia,
corre tras las muchachas
que van en cuadrilla por los caminos
con los cántaros en la cabeza,
y les levanta las faldas.
A mí me lo enseñó todo.
Me enseñó a mirar las cosas.
Me apunta todas las cosas que hay en las flores.
Me enseña lo graciosas que son las piedras
cuando la gente las tiene en la mano
y las mira despacio.
Me habló muy mal de Dios.
Me dijo que es un viejo estúpido y enfermo
siempre escupiendo en el suelo
y diciendo indecencias.
La Virgen María pasa las tardes de la eternidad haciendo calceta
y el Espíritu Santo se arrasca con el pico
y se pavonea en las sillas y las ensucia.
Todo en el cielo es estúpido como la Iglesia Católica.
Me dice que Dios no advierte nada
de las cosas que creó
—«Si es que él las creó, de lo que dudo»—
«Dice, por ejemplo, que los seres cantan su gloria,
pero los seres no cantan nada.
Si cantasen serían cantores.
Los seres existen y nada más,
y por eso se llaman seres».
Y después, cansado de hablar mal de Dios,
el Niño Jesús se duerme en mis brazos
y lo llevo en el regazo para casa.
… … … … … … … … … … …
Vive conmigo en mi casa en medio del otero.
Es el Eterno Niño, el dios que faltaba.
Es lo humano que es natural,
es lo divino que sonríe y que juega.
Y es por lo que sé con toda certeza
que él es el Niño Jesús verdadero.
Y el niño que de tan humano es divino.
Es esta mi cotidiana vida de poeta,
y es porque él siempre va conmigo por lo que soy poeta siempre
y que mi mínimo mirar
me llena de sensación,
y el más pequeño sonido, sea de lo que fuere,
parece hablar conmigo.
El Niño Nuevo que habita donde vivo
me da una mano a mí
y la otra a todo cuanto existe
y así vamos los tres por el camino que sea,
saltando y cantando y riendo
y gozando nuestro secreto común
que es el saber en todas partes
que no hay misterio en el mundo
y que vale la pena todo.
El Niño Eterno me acompaña siempre.
La dirección de mi mirar es su dedo que señala.
Mi oído, atento alegremente a todos los sonidos, son las cosquillas que él me hace, jugando, en las orejas.
Nos entendemos tan bien el uno con el otro
en toda compañía
que nunca pensamos el uno en el otro,
pero vivimos juntos y dos
con un acuerdo íntimo
como la mano derecha y la izquierda.
Al anochecer jugamos a las cinco piedrecitas
en la escalera de la puerta de casa,
graves, como conviene a un dios y a un poeta,
y como si cada piedra
fuese todo un universo
y fuera un gran peligro para ella
dejarla caer al suelo.
Después le cuento historias de las cosas sólo de los hombres
y él sonríe, porque todo es increíble.
Ríe de los reyes y de los que no son reyes,
y le da pena oír hablar de guerras
y del comercio y de los navíos
que se hacen humo en el aire de los altos mares.
Porque él sabe que todo eso falta a aquella verdad
que una flor tiene al florecer
y que va con la luz del sol
variando los montes y los valles
y haciendo que duelan los ojos con las paredes encaladas.
Después se duerme y yo le acuesto.
Lo llevo en brazos para casa
y le acuesto, desnudándole lentamente
y como siguiendo un ritual muy limpio
y totalmente materno hasta que está desnudo.
Duerme dentro de mi alma
y a veces despierta de noche
y juega con mis sueños.
Tira unos de patas para arriba,
pone unos encima de los otros
y bate palmas él solo
sonriéndole a mi sueño.
… … … … … … … … … …
Cuando muera, hijito,
sea yo el niño, el más pequeño.
Cógeme en tus brazos
y llévame dentro de tu casa.
Desnuda mi ser cansado y humano
y acuéstame en tu cama.
Y cuéntame historias, en caso que despierte,
para volver a dormirme.
Y dame tus sueños para jugar
hasta que nazca cualquier día
que tú sabes cuál es.
… … … … … … … … … …
Esta es la historia de mi Niño Jesús.
¿Por qué razón que se note
no ha de ser él más verdadero
que todo cuanto los filósofos piensan
y todo cuanto las religiones enseñan?

-Alberto Caeiro (heterónimo de Fernando Pessoa)

miércoles, 12 de agosto de 2020

Charlie Kaufman On Writing

 "Being John Malkovich" started out, Kaufman said, "as a story about a man who falls in love with someone who is not his wife." It began to evolve when he introduced ideas meant as much to entertain him -- and to keep him from getting too settled and pleased with the writing -- as to keep an audience on comic tenterhooks. The first of those ideas, he said, was "The seven and a halfth floor" -- an office-building floor originally built for little people and now a magnet for marginal businesses because of "the low overhead." That's where Craig Schwartz goes to work as a file clerk for LesterCorp, which is run by a randy aging loony (Orson Bean). "At that point Malkovich was nowhere to be seen. But you get these ideas that make it fun to write, and then you start to build a world, and justify a world, and make it work; you put in odd stuff but you have to make it organic to this world." Eventually, that grew to include the moist, eerie umbilical that deposits its contents into Malkovich.



"I don't think my characters are a joke," said Kaufman. "I take them seriously. And no matter how outlandish or weird their situation, their situation is real and a little tragic. I think that's what gives people something to hang onto as they watch the film. We had to find a way to make everything play on a very naturalistic level, so it didn't just turn into wackiness. I'm not interested in getting crazier and crazier."



From: https://www.salon.com/1999/11/11/kaufman/

sábado, 8 de agosto de 2020

Enivrez-Vous

Enivrez-Vous

Il faut être toujours ivre. Tout est là : c’est l’unique question. Pour ne pas sentir l’horrible fardeau du Temps qui brise vos épaules et vous penche vers la terre, il faut vous enivrer sans trêve.
Mais de quoi ? De vin, de poésie, de vertu, à votre guise. Mais enivrez-vous.
Et si quelquefois, sur les marches d’un palais, sur l’herbe verte d’un fossé, dans la solitude morne de votre chambre, vous vous réveillez, l’ivresse déjà diminuée ou disparue, demandez au vent, à la vague, à l’étoile, à l’oiseau, à l’horloge, à tout ce qui fuit, à tout ce qui gémit, à tout ce qui roule, à tout ce qui chante, à tout ce qui parle, demandez quelle heure il est; et le vent, la vague, l’étoile, l’oiseau, l’horloge, vous répondront: « Il est l’heure de s’enivrer ! Pour n’être pas les esclaves martyrisés du Temps, enivrez-vous; enivrez-vous sans cesse ! De vin, de poésie ou de vertu, à votre guise. 

-Charles Baudelaire

Gacela VIII

Gacela VIII

De la Muerte Oscura

Quiero dormir el sueño de las manzanas,
alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
que quería cortarse el corazón en alta mar.

No quiero que me repitan
que los muertos no pierden la sangre;
que la boca podrida sigue pidiendo agua.

No quiero enterarme
de los martirios que da la hierba,
ni de la luna con boca de serpiente
que trabaja antes del amanecer.

Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy el pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.

Cúbreme por la aurora con un velo,
porque me arrojará puñados de hormigas,
y moja con agua dura mis zapatos
para que resbale la pinza de su alacrán.

Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
para aprender un llanto que me limpie de tierra;
porque quiero vivir con aquel niño oscuro
que quería cortarse el corazón en alta mar.

-Federico García Lorca

martes, 4 de agosto de 2020

Georges Bataille, Sobre la Utilidad de la Literatura

Nada es más común actualmente que la poesía política. Se despliega en la clandestinidad a la que se propone sobrevivir.

Quisiera enunciar a continuación un primer principio.

No es posible que haya nada humano que no deba ser intentado, que no merezca y pueda ser intentado felizmente.

Tengo ante mí un poema inédito sobre la insurrección: todo lo que la rabia de la libertad hace pasar por una cabeza de dieciocho años clama en sus versos:

Vamos a golpear con la cabeza el borde de los límites…

Vestigio de un arrebato inspirado. Con una violencia tan verdadera que solo puede agradarme.

Dicho esto, no veo ninguna razón para no subrayar un segundo principio: se refiere en particular a esta guerra.

Esta guerra se hace contra un sistema de vida cuya clave es la literatura de propaganda. La fatalidad del fascismo es someter: entre otras cosas, reducir la literatura a una utilidad. ¿Qué significa una literatura útil sino tratar a los hombres como material humano? Para esa triste tarea, en efecto, la literatura es necesaria.

Lo que no implica la condena de ningún género, sino del prejuicio, de los lemas. Sólo escribo auténticamente con una condición: burlarme de esto y aquello, pisotear las consignas.

Lo que a menudo distorsiona el asunto es la preocupación por ser útil que tiene un escritor débil.

Cada hombre debe ser útil a sus semejantes, pero se vuelve su enemigo si no hay nada en él más allá de la utilidad.

La caída en la utilidad por vergüenza de uno mismo, cuando la divina libertad, lo inútil, acarrea la mala conciencia, es el comienzo de una deserción. Se les deja el campo libre a los arlequines de la propaganda…

Por qué no destacar en estas circunstancias en que cada verdad resalta el hecho de que la literatura rechaza de manera fundamental la utilidad. No puede ser útil porque es la expresión del hombre -de la parte esencial del hombre- y lo esencial en el hombre no es reductible a la utilidad. A veces un escritor se rebaja, harto de soledad, dejando que su voz se mezcle con la multitud. Que grite con los suyos si quiere -mientras pueda-, si lo hace por cansancio, por asco de sí mismo, sólo hay veneno en él, pero les comunica ese veneno a los demás: ¡miedo a la libertad! ¡necesidad de servidumbre! Su verdadera tarea es la opuesta: cuando revela a la soledad de todos una parte intangible que nadie someterá nunca. A su esencia le corresponde un sólo fin político: el escritor no puede sino comprometerse en la lucha por la libertad anunciando esa parte libre de nosotros mismos que no pueden definir fórmulas, sino solamente la emoción y la poesía de obras desgarradoras. Incluso más que luchar por ella, debe ejercer la libertad, encarnar por lo menos la libertad en lo que dice. A menudo también su libertad lo destruye: es lo que lo hace más fuerte. Lo que entonces obliga a amar es esa libertad riesgosa, altiva y sin límites que a veces lleva a morir, que hace incluso amar la muerte. Lo que enseña de tal modo el escritor auténtico -por la autenticidad de sus escritos- es el rechazo al servilismo (y en primer lugar, el odio a la propaganda). Por ello no se sube al remolque de la multitud y sabe morir en la soledad.

- Geroges Bataille, 1944